“Con estos equipos trabajamos en diferentes ámbitos vinculados a investigaciones sobre narcotráfico y en todas las terminales y aeropuertos de San Luis”, explicó el ministro de Seguridad, Luciano Anastasi, quien estuvo acompañado del secretario de Transporte, Sebastián a Anzulovich, y la directora de Lucha Contra el Narcotráfico, comisaria mayor Lorena Martínez Lucero.

Como parte de los controles se montó uno de los vehículos que está equipado con un escáner móvil que permite “revisar” el equipaje de los viajeros sin abrirlos. Las imágenes del escaneo son devueltas a dos pantallas en donde un operador puede identificar en detalle los objetos contenidos dentro de una valija, bolso o mochila. La radiación del escáner es precisa, pero breve, por eso ninguno de los elementos y objetos dentro de un equipaje se ve afectado, ni siquiera los alimentos.

“Laika” también trabajó durante el operativo. Es uno de los siete perros capaz de detectar narcóticos con los que cuenta la División Narcotráfico. Quienes trabajan en la terminal puntana ya conocen a la simpática pastor belga de 3 años que habitualmente patrulla junto a su adiestrador el sector de encomiendas que parten y arriban a San Luis.

Para este operativo, la División Narcotráfico también instaló un vehículo “espía” equipado con cámaras domo que permiten observar con precisión un amplio perímetro. Estacionado en las inmediaciones de la terminal no llama la atención y a simple vista es imposible distinguirlo de un furgón común. Pero, cuando sus puertas se abren aparecen monitores, antenas, computadoras, todo un centro de comando que recibe la información de cámaras portátiles montadas en los alrededores del objetivo a vigilar, en este caso, la EDIRO. Las cámaras se manejan a control remoto y reportan sus imágenes precisas y nítidas a los operadores que están dentro del vehículo.

“Tecnología y capacitación es el futuro y el presente de nuestra fuerza”, dijo el ministro Anastasi.

ANSL